Estoy poeta (o diferentes maneras de estar sobre la tierra), de Begoña Abad
Título: Estoy poeta (o diferentes maneras de estar sobre la tierra)
Autora: Begoña Abad
Editorial: Pregunta
Páginas: 122
ISBN: 9788494304446
Aquí estoy de nuevo de la mano de mi amiga Begoña Abad. Y muchos dirán, ¿como puede ser alguien con la que has compartido mesa y mantel en una sola ocasión una buena amiga? Pues supongo que es fácil de explicar cuando cuentas que ese alguien es una poeta que al saludarla personalmente ya te transmite, en esos dos primeros besos, la emoción de la poesía, esa misma emoción y vida que ella ofrece a través de sus poemas.
Yo no escribo, no sé escribir.
Las letras solas se llaman y acuden
como plaquetas a taponar heridas.
Ya quisiera yo saber escribir,
ponerlas hermosas unas junto a otras
y sacarlas de paseo como a mis hijos.
Presumir como madre.
Yo sólo soy herida que habla.
Porque así son esta clase de poetas, entregadas en cada uno de sus versos, sinceras, claras, limpias, llenas de vida y sentimiento, una mujer que pone a un lado el pudor para poder transmitir con su lectura la vida. Y así, es tanta la sensualidad que hay en algunos de sus pequeños poemas, que trasciende de las propias palabras, cautivándonos de tal manera que se convierten en historia propia. Y eso es en definitiva la poesía, sentimientos ajenos que hacen aflorar sentimientos propios.
Seguro que todos recuerdan aquél poema titulado “la medida de mi madre” que daba título al primer poemario que yo les presenté. Pues bien, esa es una parte importante de su vida, y de la vida de cualquier mujer. La madre de la poeta, y la propia poeta que a su vez es madre de otras mujeres que también lo son… Ya saben… somos mujeres
Analfabetas
Mi madre, mirándome, dice:
ésta ha salido a madre,
y su hermana asiente.
Sonríen ambas al recordar
que mi abuela ya hacía comedias
en un pueblo donde sólo había
analfabetos y cabras que sonreían
y un molino con un molinero
que perdía el sentido cuando la miraba.
Es natural que me dé un aire
y que aquellas me vean teatral y exótica
desde el rincón donde las puso la vida ,
pero yo sé que también soy ellas
como soy analfabeta y cabra
y sé que nunca habrá un molinero
que pierda el sentido cuando me mire.
Pero en este poemario Begoña quiere ser poeta y estar poeta, porque esa es la forma que ha elegido de estar en este mundo. Ser y estar poeta. Ser y querer ser uno mismo. Eso es un premio que se gana con la edad y a Begoña le ha tocado el gordo antes de tiempo, cuando aun la vida le tiene sorpresas preparadas y mucha poesía y vida por venir
No pienso esperar a morirme
para que me condecoren.
Acabo de hacerme con dos trofeos:
tus abrazos y mis besos,
con eso tengo bastante para ir tirando
camino de la gloria.
Y es que cuando una está y anda poeta por la vida, la vida le regala versos y besos, abrazos y vasos con los que brindar, suelos que limpiar y sueños que soñar… Y en nada los sueños llegan para ser vividos en profundidad
Sesenta y tres años
para plantar un Alepo,
escribir ocho libros,
tener dos hijos
y para saber lo que es,
por fin, amar a un hombre.
No será esta la última vez que les traiga los versos de Begoña Abad, porque es mi amiga, sí, pero sobre todo porque es una gran poeta y una gran mujer, y sobre todo porque tiene ese extraño don de saber y dejarse querer, y de llenar con sus poemas los espacios vacíos de muchas personas.
Susana Hernández
¡me encantará conocerla Susana! me lo llevo anotado en mi libreta del plan infinito.
Un beso,
Ale.
Querida Ale, he aquí una poeta que algún día se conocerá a ambos lados del charco 😉
Y si ella me deja, yo iré en su maleta jejejeje
Un besico!
¡Qué preciosidad de reseña! Es tu amiga pero eso vino luego, quiero decir que primero la admiraste o al menos sus versos atrajeron tu atención, luego ya vendrían las afinidades, porque hay cosas que supongo solo se entiende de poeta a poeta, jajaja.
Todo lo que has seleccionado me gusta, y también me has hecho reír con tus palabras, sobre todo con lo de “suelos que limpiar”, en esas realidades sí echaría yo de menos tener un poco de ese alma de poeta.
Un placer leerte, como siempre
Si en alguna ocasión ves que en tu ciudad recita o está Begoña, no dejes de ir a conocerla, a escucharla, quedará para siempre en tu vida. Hay personas que tienen esa capacidad, “llegan a tu vida y se quedan”, 😉 Está claro que son almas especiales.
Un besico !
P.D.: Te regalo unos versos de parte de Begoña que espero que te gusten 😀
Aún quedan rastros de la soga apretada.
Mejor, me recordará que no es bueno
dejarse atar ni con hilo de seda.
Begoña Abad