Hooked

Reseña del libro “Hooked: Una historia de Nunca Jamás”, de Emily McIntire

Hooked

¿Quién os pone más? ¿El héroe o el villano? Supongo que eso depende de varios factores, ¿no? El cuento, el contexto, la situación…

Os pongo en esa tesitura porque el protagonista de Hooked: Una historia de Nunca Jamás, de Emily McIntire, es nada más y nada menos que Garfio. Sólo que aquí nuestro Garfio es un joven con un terrible pasado y una infancia destruida, que ansía matar a Peter Michaels, un famoso empresario y su eterno enemigo.

James quiere acabar con su enemigo, y cuando conoce a la preciosa Wendy, hija de Peter, encuentra en ella una magnífica oportunidad para llegar hasta él y hacerle daño. El plan es sencillo: seducir a Wendy y utilizarla para vengarse. Sin embargo, las cosas no salen como deberían. Todo se vuelve en contra de James, pues hay un traidor entre los suyos y encima sus sentimientos por Wendy empiezan a convertirse en un verdadero problema. Wendy, por su parte, sabe que James es peligroso pero se siente fuertemente atraída por él y está cansada de estar siempre en la sombra protegida por su padre. Ella quiere vivir y dejar de ser una niña buena. Así que, ¿quién mejor que Garfio para pervertir a Wendy?

Curioso este argumento, ¿verdad? Promete una novela irresistible y totalmente adictiva. Y sí, os aseguro que en mi opinión, así ha sido, pues ha cumplido mis expectativas al 100%. Creo que es el perfecto dark romance que andaba buscando, con aires a Cincuenta sombras de Grey, pero sin ser tan heavy como Haunting Adeline. 

Además, en mi opinión, uno de los mayores aciertos de la editorial ha sido incluir la nota de la autora al comienzo de la novela. En ella se nos especifica y aclara perfectamente que estamos ante una novela romántica oscura contemporánea sin fantasía,  que no es ni un retelling ni una historia donde el malo se arrepienta de sus hechos y se transforme en héroe. No. Nuestro protagonista es un villano —muy sexy y varonil, las cosas como son— con un pasado turbio y un presente más aún si cabe. Pero lo más importante que nos deja claro Emily McIntire es que su novela está repleta de contenido para adultos: escenas de sexo explícito, drogas y violencia. Y también nos proporciona un enlace a su página web donde figura una lista completa de advertencias que podemos leer antes de adentrarnos en esta historia. 

Una historia no apta para todos los públicos ni para todos los estómagos, pues tiene lenguaje soez y escenas muy fuertes, por lo que si sois lectores sensibles no acostumbrados a este tipo de contenido, no la leáis y a otra cosa mariposa. Si por el contrario y sabiendo todo esto, decidís darle una oportunidad, espero que la podáis disfrutar tanto como yo, siempre teniendo claro que esto es ficción y que mola mucho enamorarse de los villanos en los libros y en las películas, no en la vida real.

Dicho todo esto, solo me queda explayarme un poco en la narración y en los personajes, aunque quizás lo que más me ha sorprendido es el giro de los acontecimientos que hay hacia la mitad del libro, algo que hace que todo se ponga patas arriba y se nos dispare la adrenalina porque los acontecimientos se nos van de las manos. A esa sensación tenemos que sumarle el hecho de que la novela está narrada en primera persona y en presente por ambos protagonistas, James y Wendy, cosa que hace que todo sea muy real, que podamos introducirnos en la mente de cada uno y los comprendamos bien. 

Cierto es que a James no lo he soportado en los primeros capítulos, por su frialdad y rigidez, su control y posesividad y el muro que ha creado. Sin embargo y, según avanza la historia, me ha gustado cómo va cayendo esa máscara y cómo la autora nos permite descubrir poco a poco qué le ha llevado a ser como es y a querer matar a Peter Michaels.

Por otro lado, Wendy me ha parecido una joven admirable, que cuida de su hermano, que intenta huir de los privilegios de ser la hija de quien es y que trabaja por el mero hecho de sentirse realizada y ganar dinero por sus propios méritos. Es ingenua e inocente, pero también valiente y con una faceta perversa y turbia que me sorprendió y que surge en las escenas más calientes junto a James. Pero, ¿podrá Wendy derretir el corazón de hielo de nuestro villano protagonista? Sólo lo sabréis si le dais una oportunidad a Hooked: Una historia de Nunca Jamás, un romance oscuro, tóxico, retorcido y peligroso que hará las delicias de aquellos a los que nos gusta ponernos en la piel del villano para luego enamorarnos de él y romper todos sus esquemas.

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