Normalmente, todos esos libros que te encuentras hasta en la sopa suelo empezar a leerlos con cautela. No porque quiera ser yo más mainstream que nadie, sino porque sueles crearte unas expectativas en torno a él que después son difíciles de cumplir. ¿No os ha pasado? Algo así me ocurrió con este libro, que empecé a verlo por todos lados: recomendaciones, Instagram, reseñas… Y me he dejado llevar, porque quería conocer de primera mano por qué se había creado tanto revuelo en torno a él.
Ganadora del National Book Award en 2017, La canción de los vivos y los muertos ha sido escrita por Jesmyn Ward, una autora estadounidense que se ha alzado dos veces con el premio National Book Award (la primera ocasión fue en 2011, con su novela Quedan los huesos, inspirada en los hechos acaecidos tras el paso del huracán Katrina). Con cinco libros publicados y varios premios en su haber, Jesmyn Ward es hoy considerada una de las voces más representativas de la literatura actual.
La canción de los vivos y los muertos narra la historia de Jojo, un joven de 13 años, que comparte la narración con otras dos voces: Leonie y Richie. Desde el principio de la novela Ward nos sumerge en una realidad apabullante que nos atrapa y de la que no podemos salir durante toda la novela (y me atrevo a decir que es difícil salir de ella después de leerla). Nos encontramos en un ambiente asfixiante: una familia pobre y problemática, desestructurada y, en ocasiones, hostil. Y en medio de este ambiente Jojo, nuestro protagonista, que tiene que hacerse cargo de su hermana pequeña Kayla mientras toma como referentes a sus abuelos, con quienes convive en eso que quiere llamarse hogar y que a duras penas lo consigue. Porque es difícil llamar hogar a un lugar donde convives con una madre (Leonie) que, completamente evadida, no sabe ni puede ejercer como tal. Es difícil saberse en la seguridad de un hogar con un padre encarcelado, cuya sombra siempre acecha y cuya inminente salida de la cárcel pondrá patas arriba la vida de Jojo y les obligará a emprender un viaje tanto físico como emocional del que es difícil salir indemne.
Ward nos atrapa y consigue asfixiarnos en esta sofocante novela que trata el conflicto racial de una manera vertiginosa y en la que aprendemos, junto al protagonista, la importancia del pasado y cómo hacer las paces con esos fantasmas que persiguen a esta familia.
Hice bien en dejarme llevar por las recomendaciones y leer La canción de los vivos y los muertos. Ha sido un viaje agotador, doloroso y lleno de realismo, pero ha merecido la pena conocer a Jojo y a Richie. La maravillosa literatura de Jesmyn Ward ha sido también todo un descubrimiento. No me extraña, en absoluto, que haya recibido tantos premios. Ojalá podamos disfrutar de ella y sus historias durante mucho más tiempo.