Reseña del libro “La ciudad bajo la luna”, de Nerea Riesco
Si alguna vez al escuchar una canción o al oler un amanecer has cerrado los ojos, has respirado profundamente y con ello han acudido a tu memoria pasajes de tu vida que creías olvidados, entonces entenderás el hilo conductor de La ciudad bajo la luna, de Nerea Riesco publicada por Algaida Editores.
Una historia de amor, pasión, traiciones y amistad que sobrevive al paso del tiempo precisamente por los recuerdos que evoca. Una completísima novela que abarca muchos temas en su justa medida, sin abrumar demasiado con detalles innecesarios. Su autora, Nerea Riesco (ganadora del Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla en 2004 con El país de las mariposas) nos invita a un viaje inolvidable con paradas en Francia, España, Cuba y Nueva York.
La ciudad bajo la luna está narrada por un personaje sin nombre que, sólo cuando terminemos la novela comprendemos de quién se trata. Uno de sus protagonistas es el capitán francés Adrien Chevalier que ha llegado a Sevilla para recordar cómo era la vida antes de la guerra. Una guerra, la Grande, a la que se vio obligado a participar sin más consejo que un simple “intenta que no te maten”. Las guerras cambian al ser humano y estar allí durante más de dos años, viendo a tus compañeros caer y luego ser prisionero del enemigo, deja huella.
Entablará amistad con un muchacho de 17 años, el joven Gonzalo Aguilar, al que ayudará de la forma más inesperada a mejorar su vida. Con ellos visitaremos las entrañas del Graf Zeppelín cuando hizo parada en Sevilla en el año 1929, viajaremos en el lujoso transatlántico Manuel Arrús desde Sevilla a Nueva York y seremos testigo de una bonita historia de amor de las que hacen época, de esas en las que no falta un detalle que no sea digno de recordar. La pasión de Chevalier por Belinda Miller marcará la vida de todos los presentes.
Belinda es una cubana de raza de las que no se achantan ante nada. Una mujer que al empezar a cantar hace que hasta las sirenas guarden silencio para poder escucharla. Con pies de plomo a la hora de encararse con quien cree poseerla como si de un objeto se tratara, como el mafioso italiano Flavio Leone, o ante cualquier hombre de los que se han creído las historias sobre la facilidad de las cubanas para las artes amatorias.
La ciudad bajo la luna tiene muchas historias y personajes reales que vamos conociendo a través de sus páginas durante la Primera Guerra Mundial, la Exposición Iberoamericana de 1929, el Nueva York de la ley seca, la Sevilla pre-republicana con sus altibajos sociales o la Francia anterior a la invasión alemana.
Pero La ciudad bajo la luna no habla solo de amor, también es un juego donde nosotros somos los detectives, los investigadores. Junto a Gonzalo iremos preguntando, discurriendo, pensando,… intentando averiguar a quién pertenece el fémur encontrado en Sevilla, si tiene alguna relación con Belinda o con Adrien, o si el cadáver hallado un año antes (el del guardaespaldas de la cantante cubana) son el resultado de las acciones cometidas por la misma persona. Nerea Riesco nos permite adoptar diferentes roles durante la lectura de esta novela, lo que la hace aun más apetecible.
Con leves saltos temporales que evocan recuerdos y que nos van situando en la realidad del presente, iremos descubriendo que se esconde en esa ciudad situada bajo la luna, que nos va a presentar importantes acontecimientos y personajes reales (como la primera mujer doctora de guerra, Nicole Manguin), que nos invita a buscar los libros que han ayudado a sus protagonistas a superar momentos difíciles, o a buscar el Libro de Oro de la Exposición Iberoamericana de 1929 por ir firmados por Lorca y Pio Baroja entre otros. Su lectura invita a investigar, a descubrir, a conocer.
La ciudad bajo la luna de Nerea Riesco es una novela recomendada para quien guste leer historias con glamour, música, amor, traiciones, viajes e historia. Todo en un mismo ejemplar, narrado de forma ágil y amena, lo que consigue que las páginas se vayan pasando sin apenas darte cuenta.