Muy falso para la ficción. Relatos ajustados

Reseña del libro “Muy falso para la ficción. Relatos ajustados”, de Miguel Ángel Fernández Lancha

Muy falso para la ficción

Pleno siglo XXI y todavía hay gente empeñada en considerar el relato como un género menor. En las listas de libros más vendidos sigue ganando la novela, reina madre, por goleada. No juzgo. Principalmente porque esas listas de superventas me producen muchísima pereza existencial, pero sí que estoy convencida de que entre esos grandes éxitos de ventas hay novelas mucho más vacías que ciertos libros de relatos. Entre ellos, sin duda, estaría Muy falso para la ficción. Relatos ajustados.

¿Por qué un libro de relatos es, muchas veces, mejor que una novela? Porque dentro de él pueden esconderse tantas novelas como el lector quiera interpretar. Un buen libro de relatos es capaz de abrir miles de universos posibles. Un buen escritor de relatos nos ofrece todas las posibilidades del mundo en tan solo unas líneas. Y aquí entraría, otra vez, Muy falso para la ficción. Relatos ajustados.

Miguel Ángel Fernández Lancha (Toledo, 1985) es el creador de esta puerta imaginaria hacia el otro lado. El artífice capaz de crear miles de universos en tan solo unas líneas. Y todo lo hace, y aquí se viene lo más difícil, desde lo cotidiano, partiendo siempre desde lo más sencillo hasta llegar a lo universal, de los actos a las palabras. Ya saben, no hay res sin verba.

¿Existe un todo en este conjunto de relatos? Si tuviera que aventurarme a proponer uno sería precisamente esa sencillez de narrar lo mundano en unas líneas. Ojo, con mundano no quiero decir que todo sea estrictamente terrenal o carnal en este libro (aunque sí, hay mucho de todo esto, quizás más de lo carnal). Muy falso para la ficción. Relatos ajustados trata temas universales, sí, pero siempre desde un prisma tan peculiar que podríamos decir que roza, en ciertas ocasiones, lo sobrenatural, lo mágico y el asombro.

Este libro es toda una declaración de principios. En él se recoge la esencia del autor, alguien sencillo capaz de narrar las relaciones humanas de forma brillante; un escritor sobresaliente que, a pesar del humor, en ocasiones muy Cuerda, impregna de una tristeza única con la que me siento muy identificada cada uno de sus relatos.

En Muy falso para la ficción. Relatos ajustados hay presentimientos, soledad, fantasmas, olvido, despedidas y reencuentros, imperfecciones que resultan ser perfectas, muertos que están muy vivos, primeros amores, examores que pican, incendios e incluso necromancia. Pequeños fragmentos de vida en estas ficciones que resultan ser tan reales que, en ocasiones, duelen. 

Muy falso para la ficción. Relatos ajustados es también un libro tan musical que casi podría tararearse. Entre sus páginas se pasean Sabina, Christina Rosenvinge, Krahe, Aute, Extremoduro o La Polla Records. A veces como detonantes de los relatos, a veces como parte de ellos.

Me ha sorprendido mucho la capacidad del autor a la hora de jugar con varias voces dentro de una misma historia y la forma en que intercala e interconecta personajes entre relato y relato. Son personajes que rebosan tanta vida (exceptuando aquellos que están muertos) que ellos solos son capaces de saltar de un relato a otro. Con una técnica de diez, Miguel Ángel Fernández Lancha nos ofrece relatos breves, microrrelatos, precuelas y secuelas. Sorprenden, también, los giros finales. Ese dominio absoluto por parte del autor a la hora de saber cerrar la historia, de dejar al lector con la boca abierta y al mismo tiempo satisfecho.

¿Tengo relatos favoritos? Claro que los tengo. ¿Os los voy a decir? Por supuesto que no. Cuando lo leáis, si queréis, lo hablamos. Porque tenéis que leer Muy falso para la ficción. Relatos ajustados. Si estáis vivos, tenéis que leerlo. Si estáis tan muertos como algunos de sus personajes, también. Si estáis atrapados en una realidad de ficción, tenéis que leerlo. Si, por el contrario, la ficción os resulta muy real, también tenéis que leerlo. Leed, leed, malditos. No hay mejor forma de exorcizar los fantasmas del día a día que a través de este libro. Palabra.

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