Los desorientados

Los desorientados, de Amin Maalouf

Los desorientados
Es curioso cómo se separan los caminos entre las personas. Conocí, literariamente hablando, a Amin Maalouf en 2004. Con “León el africano” disfruté tanto que, al terminarlo, me prometí seguir manteniendo la “amistad” con el escritor libanés. Por avatares de la vida, no me he vuelto a encontrar con él; ni siquiera tuve la tentación de leerle cuando me enteré que le dieron, merecidamente, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2010. Sin embargo, hace unos pocos días me encontré con el último de sus libros en mis manos, “Los desorientados”, y gracias a Alianza editorial pude reencontrarme con mi viejo amigo.
¿Y por qué os cuento todo esto? Pues porque es de reencuentros y de amistades sobre lo que trata “Los desorientados”. Adam, un profesor de Historia en una universidad de Paris, recibe la llamada de un viejo amigo a las puertas de la muerte. Esto le lleva a volver a su tierra natal (Líbano, aunque no se mencione) tras más de dos décadas de exilio, el lugar donde rememorará los mejores años de su vida.

Para Adam, la vuelta a sus orígenes supone un cataclismo psicológico. Nada es lo que esperaba dentro de sí mismo, aunque por fuera nada parezca haber cambiado. Decidido a honrar la memoria de su amigo, Adam se dispone a reunir a todos los que formaban su círculo de amistades antes de que estallara la Guerra Civil.

Amin Maalouf dibuja una historia a dos voces. Un narrador cuenta la historia de Adam en tercera persona, mientras que el protagonista, narra el resto de los acontecimientos en primera persona a través de sus cartas y su diario. Aquí vemos la transformación que va sufriendo a medida que recuerda al resto de integrantes del llamado “Círculo de los Bizantinos” y rememora los capítulos más felices y sórdidos de su adolescencia.

En “Los desorientados”, Amin Maalouf recrea la que probablemente sea parte de su adolescencia, creando en Adam a su propio alter ego en la vuelta a la patria perdida. El nuevo miembro de la Academia Francesa  explora los años más convulsos de su país, y narra la que fue no sólo su historia, sino la historia de los que fallecieron, los que resistieron y los que se exiliaron. Es decir, la historia de toda una generación que no volvió a ser la misma después de 1975. Incluso podríamos ir más allá y ampliar el círculo de “desorientados” a gran parte de la sociedad actual, que lucha por saber en qué bando y con qué cartas está jugando.

Amor, amistad, religión, revolución y vida se unen magistralmente para hacer de “Los desorientados” una novela llena de matices y sentimientos, cuyo resultado no puede ser mejor. Yo por mi parte, espero no volver a perder el contacto con mi “amigo” Amin (o Adam), aunque, al igual que en la novela, nadie sabe que nos depararán los próximos años…

cesar@librosyliteratura.es @malagonc

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