Reseña del libro “Cuentos completos de Amy Hempel”, de Amy Hempel
Si uno quiere volver al cuento, a ese hábitat natural que cultivó siempre, lugar de lecturas pasmosas y plagadas de extrañamiento, entonces debe hacerlo de la mano de los mejores. Y Amy Hempel es, sin ninguna duda, una de las grandes cuentistas norteamericanas del siglo XX (y lo que llevamos del XXI).
Heredera de la tradición realista del gran Raymond Carver (de hecho, Gordon Lish, su famoso editor, también lo fue de Hempel y se convirtió en un férreo defensor de su literatura), la estadounidense también fue alumna de uno de mis últimos (y fantásticos) descubrimientos literarios: el formidable escritor Tom Spanbauer, padre del paradigma de la escritura peligrosa. Y claro, con esos mimbres, el resultado no podía ser otro.
Desde mediados de los años 80 hasta la fecha, Amy Hempel ha escrito media docena de libros de relatos, que han sido galardonados con varios de los más prestigiosos premios existentes en Estados Unidos, (y que no voy a citar aquí porque eso es un poco coñazo).
Toda su obra cuentista (incluido el más reciente de sus libros, Cántale, publicado en 2019 y que estaba inédito en España hasta la fecha) han sido recogidos este mismo año (y, por lo tanto, completados tras la primera edición de 2009) por Seix Barral, en esa imprescindible colección de tapa dura a la que nos tiene acostumbrados, con las compilaciones de los cuentos de grandes maestros del género. Con esta, yo ya tengo unas cuantas. ¿Y usted?
Ojo, que estamos hablando de seiscientas páginas de recopilación. Que son muchos relatos. Pero, claro: ¿quién no disfruta leyendo cuentos tan buenos como estos? ¿Quién no lo haría, si estamos ante una auténtica maestra del género, tan grande como el mismísimo John Cheever o el propio Carver? ¿Quién abandonaría una serie de historias tan cotidianas y que interpelan de esa forma?
Para mí, y para los que amamos el relato, los Cuentos completos de Amy Hempel son una auténtica orgía. Un festín en toda regla. Su prosa nos atropella con cientos, miles de imágenes, ideas, pensamientos y actos cotidianos y (terriblemente) reconocibles. Porque la clave de sus historias, lo que hace funcionar estos formidables cuentos, es la VEROSIMILITUD. La cercanía, la familiaridad y la cotidianidad de sus personajes y de las cosas que les pasan (o no les pasan). Y como también pasa en la vida real, Hempel consigue que salgamos de sus relatos con el corazón encogido, o temblando, desconcertados, asustados o tristes. Y lo hacemos, además, sin saber muy bien por qué. Igual que podríamos salir de un entierro con una sonrisa en la boca o de un paritorio con los puños y los dientes apretados.
¿Es o no es esto pura magia?
Ni de coña.
Esto es pura literatura.
Hempel es irónica, mordaz, divertida, ingeniosa, melancólica, sorpresiva, misteriosa, reflexiva… ¡Hempel es increíblemente real!
Los Cuentos completos de Amy Hempel son una auténtica joya del género del relato contemporáneo. Pero eso ya lo he dicho antes, sí.
Y junto a autoras como Lydia Davis, Joy Williams o Lorrie Moore, Hempel ostenta la llama inagotable del género cuentista estadounidense actual, y que tanto nos gusta. Un cuento urbano, de clase media post capitalista, protagonizado, en la mayoría de los casos, por mujeres modernas, por jóvenes solteras, por amigas, madres, viudas o ancianas incendiarias y divertidas que sufren como nadie. Todas ellas llenas de rencor, de deseo, de desaliento, de cansancio y de mucha, mucha lucidez. Historias con perros (muchos, para mi gusto) que ocurren en casas muy familiares, en ciudades vertiginosas y sucias, en vecindarios casi apocalípticos, en aeropuertos o en hospitales fríos y silenciosos.
Cuentos cortos o muy largos que hablan de lo que nos pasa cada día y en cualquier parte de este mundo, tan insensato, doloroso y bello.
Por eso (y por mucho más), este tipo de libros son (y serán siempre) imprescindibles para todas aquellas personas que, como yo, quieran volver a vivir (o, de hecho, quieran seguir viviendo toda su vida) del cuento.
Literal.