Por si me pierdo, de Ana Segarra

Tengo entre mis manos una obra muy especial, y no porque sea un poemario ni porque sean gotas de vida de una compañera de viaje literario; tampoco porque la editorial que ha apostado por ella haya sido precisamente Libros y Literatura. Es una obra especial porque su conjunto la convierte en una joya diseñada con dulzura y eficacia, con amor, verdad y calidad.

Por si me pierdo son 35 poemas que serían en sí mismos 35 maneras de ver a la autora enfrentarse a sí misma. 35 poemas desde los que nos habla del despertar a la vida y a la poesía. Despertar mientras se vive… Ya en ese primer poema nos confiesa que solía vivir en una nube y ha debido bajar hasta el subsuelo para notar la humedad y el frío de la tierra, y el sabor de la vida real de la que deberán brotar sus versos.

A todos nos pasa que al tocar tierra notamos el frío del suelo y nos entran los miedos…

No harían falta imágenes para acompañar los poemas de Ana, las fuertes experiencias que transmite podrían llegar claramente al lector al que van dirigidas, pero las hay, y al ser imágenes que ella misma ha captado con su cámara, refuerza el conocimiento que podremos llegar tener de la autora, pero es que además, esas imágenes han sido tratadas con una delicadeza exquisita, como queriendo haberlas dejado caer, creciendo o difuminándose en base a la necesidad del lector, pero dejándonos siempre recomponer el…

ROMPECABEZAS

La vida se trata de eso.
De juntar las piezas
que vamos encontrando por el camino
y poner todo el empeño del mundo
para que encajen.

Es absolutamente cierto que en el poemario Por si me pierdo no harían falta las imágenes, pero da gusto sumergirse en ellas, ver como en algunas ocasiones se van arrastrando hasta rozar el poema o incluso llegando a mezclarse con él. Imágenes que nos llevan siempre al poema, quizá porque en él todo es más verdad, porque es en él donde realmente se expone la autora, allí, a través de las palabras… Pero, como en la vida, hay imágenes que no puedes ignorar

Y así, imagen a imagen, verso a verso, va pasando la vida de Ana frente a nosotros, mientras nos recuerda que tenemos un café pendiente, porque la autora vive la amistad a borbotones, analizando al otro. Los que ya hemos superado ciertas barreras sabemos que los amigos de juventud son nuestro propio reflejo…, y Ana se alegra como se pueden alegrar las viejas amigas …

Cuando se hace poesía desde la experiencia suena a palabras limpias, suena a verdad, a verdades que conmueven al lector, porque si en el poema siempre deja un rastro el poeta, en estos versos la poeta está dejando sus recuerdos, sus sueños y sus miedos, miedos propios y ajenos en los que entra de forma inconsciente pero curativa. Miedos que convierte en decisiones

Aclaración

Si algún día te pido que me abandones,
no lo hagas.
No te vayas de mi lado,
aunque te lo esté rogando
con toda mi alma.

Si algún día quiero que me abandones,
seré yo la que coja las maletas
y se vaya lejos.

Esa decisión jamás dependerá de ti.

He disfrutando leyendo el poemario, he recordado que vivir y crecer es duro, y bonito, y divertido…, y he recordado que a la poesía hay que venir con la verdad, pero sobre todo a la poesía se llega con la honestidad por bandera. Ana ha tomado una decisión, ha trascendido de las leyes civiles y penales a las leyes existenciales, a las leyes literarias, es una decisión valiente que ha hecho en un momento adecuado. Pero no es menos cierto que la huella que Temis deja en quien se ha adentrado en ella es imborrable, habrá ya siempre en el alma de una poeta, estudiante de Derecho, una forma especial de mirar a su alrededor para plasmar, verso a verso, la vida que contempla.

Por si me pierdo no es solo un puñado de poemas, es un libro lleno de verdad y belleza, un regalo exquisito para cualquier joven que ande buscando o buscándose… Ya sabemos que los poetas somos eternos viajeros dados a perdernos por nuestros mundos, será por eso que Ana Segarra deja al final del laberinto de sus días unos versos, que, como diría ella, son …

Por si me pierdo.