Maldeniña

Reseña del libro “Maldeniña”, de Lorena Salazar Masso

Maldeniña

Cuando vi la sinopsis de Maldeniña, captaron mi atención frases como «Una niña que se baña a oscuras. Un padre que le dice “llámame tío”. Un hotel con comida que no sabe a nada. Una tía que se pinta el pelo de rojo y reclama amor. (…) Un padre que viene y va como un huésped. Una niña a la que le duele la tripa. Porque tiene maldeniña», pero me decidí a leerla porque la autora, Lorena Salazar Masso, es de Colombia y siento debilidad por la literatura de ese país. William Ospina, Juan Cárdenas, Gustavo Tatis Guerra, Ricardo Silva Romero y, cómo no, el omnipresente Gabriel García Márquez, son escritores que me encantan y en los últimos tiempos he reseñado algunas de sus obras.

En mi opinión, los escritores colombianos suelen tener una prosa poética aun narrando los hechos más crudos, y eso es lo que he encontrado en esta novela de tan solo ciento veintiocho páginas. Cada una de las frases de Lorena Salazar Masso destila simbolismos, dibuja una imagen evocadora, nos transmite una emoción.

En cuanto a la trama, me resulta muy difícil hablar de ella, porque en Maldeniña no hay ningún hecho extraordinario que rompa la cotidianidad de ese pueblo perdido en la nada, ni siquiera hay una evolución significativa de los acontecimientos. Parece más bien que el tiempo se ha detenido en ese pueblo, en ese hotel, en la vida de la niña protagonista, que todos asumen la violencia y el abandono propios o ajenos y que ni intentan ponerles remedio.

En Maldeniña, vemos a través de los ojos de Isabel, que espera permanentemente el regreso de su padre y que se culpa de su ausencia. A pesar de que sus obligaciones diarias y las desgracias que ya ha sufrido son más propias de una adulta que de una niña, su mirada no deja de ser inocente, por lo que mucha de la crudeza se ve entre líneas en vez de contarse a las claras. Eso quizá haga que el lector se quede con algunas dudas (por ejemplo, a qué se refiere exactamente con eso de que tiene maldeniña), pero creo que la autora lo hace a propósito para que nos sintamos igual que su protagonista, que vive en constante incertidumbre.

Quienes busquen un libro de trama adictiva y sorprendente, que descarten este. A simple vista, en Maldeniña no pasa nada, pero es que justo eso es lo que nos remueve, lo que resulta más descorazonador. Lorena Salazar Masso se olvida del inicio, nudo y desenlace y de esas reglas mil veces repetidas para conseguir que los lectores se queden pegados a sus páginas. Porque Maldeniña es otra cosa, una obra introspectiva que nos ofrece un alto en el camino para que nos envuelvan la soledad, la culpa, la apatía o la impotencia de Isabel y del resto de los habitantes de ese pueblo perdido en la nada. Una lectura que duele pero que a la vez resulta bella gracias a la prosa poética de la autora.

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