Días entre estaciones, de Steve Erickson

Días entre estacionesNada de lo que he leído se parece a Steve Erickson, no hay nada en su forma de construir ambientes, lugares, momentos, sensaciones, personajes, relaciones de amor o de amistad, que pueda, aunque intente echarme atrás en las décadas de lectura que tengo, compararse. Pudiera pensar alguien que esto no sea algo positivo, que sea el extraño texto o el insólito tema que un escritor haya ideado para sorprender en en vacío. Pero no. No. “Días entre estaciones” no es un libro deshilachado, no son un conjunto de retales de colores diversos, no es una novela enigmática, no es un texto para iniciados.… Leer la reseña completa del libro "Días entre estaciones, de Steve Erickson" “Días entre estaciones, de Steve Erickson”

Montañas: Traspasando los límites, de Stefan Dech, Reinhold Messner y Nils Sparwasser

Montañas, traspasando los límitesEs difícil describir con palabras un libro en el que una parte, grande, de su belleza se encuentra en las fotografías que en él aparecen: fotos cenitales, fotos de satélites, fotos a pie de montaña, fotos que muestran desde los más pequeños detalles, hasta los panoramas más espectaculares de valles, cordilleras, aristas, picos, collados, caras, pilares o cumbres… Cumbres porque este libro habla de escalada, de alta montaña, de nieve y cuerdas, de sujeciones y esfuerzo. Es un libro, sí, sobre las montañas más altas o más difíciles o más bellas que el hombre ha escalado o ha querido escalar. Y habla, más que de aventuras, de la lucha del alpinista por subirlas, por vencerlas, y de la lucha de las montañas por evitarlo.… Leer la reseña completa del libro "Montañas: Traspasando los límites, de Stefan Dech, Reinhold Messner y Nils Sparwasser" “Montañas: Traspasando los límites, de Stefan Dech, Reinhold Messner y Nils Sparwasser”

Lección de alemán, de Siegfried Lenz

Lección de alemán

Es la segunda vez que leo “Lección de alemán” y lo cierto es que he descubierto muchas cosas que no había encontrado en la anterior lectura, pero sobre todo me ha sorprendido el volver a hallar, imponente, la belleza de este texto. Que no es una belleza cualquiera, no es una de esas de palabras fáciles e imágenes rotundas y amables; no, no es ese tipo. Mientras la leía yo sentía, por momentos, que me elevaba y descendía como solo lo haces oyendo una sinfonía de Mahler, cuando el sonido te va recorriendo el cerebro y los centros de sensibilidad; y te sientes como si flotaras en una barca; subes y bajas con la marea de sonidos, como si estuviera, también, afectada por los influjos de la luna, suave y terca.… Leer la reseña completa del libro "Lección de alemán, de Siegfried Lenz" “Lección de alemán, de Siegfried Lenz”

Puerca tierra, de John Berger

Puerca tierra

No hacen falta raíces para que la tierra sujete tus pies anclados a la tierra como pequeños árboles nacidos de un útero de arcilla, como niños paridos cuando se ha partido el fruto del nogal, como niñas alimentadas de las ubres de las vacas, como vacas alimentadas, cada mañana a la misma hora en el mismo minuto, por todas las manos de hombres y mujeres que habitan sobre la tierra, con sus ojos legañosos llenos del polvo de la hierba seca recogida en verano, o llenos de barro de las botas que salpican el rocío matinal de los pastos donde se alimentaron todas las ovejas y todos los campesinos, todas las vaqueras y todos los bueyes que en el mundo han existido; y no hacen falta aquellas raíces que amarren tus pies, porque la tierra te atrapa, y no te suelta, con historias, con el recuerdo de todos los pasados y antepasados de cada una de las familias que han existido en las tierras de labranza, en las tierras de pasto, entre montañas de piedra y bancales, o entre llanuras de cereal y frutas; no te suelta de todo aquello que quedó enganchado como en telarañas de recuerdos que se aparecen en todos los rincones de los caminos, en cada cruce, en las piedras, en cada herida, en los muertos, en cada viaje, en los sucesos, en las alegrías, en las tristezas, en cada campana que toca a muerto o a fuego, o a inundación, en las manzana con sabor a sidra, en cada sidra con sabor a manzanas y a manos llenas de cieno y cielo.… Leer la reseña completa del libro "Puerca tierra, de John Berger" “Puerca tierra, de John Berger”

Historia de las abejas, de Maja Lunde

El mundo seHistoria de las abejas cierra sobre sí mismo y convierte todo en un lugar común; lo sorprendente de esto es que, a pesar de la proximidad, la vida del vecino esté a millones de kilómetros de distancia, y la del habitante de las antípodas parezca surgir en tu puerta de al lado. Las distancias, las vidas, los pensamientos se han alterado y lo que para nuestros bisabuelos era lo inabarcable ahora solo es el trayecto a tu trabajo; convirtiendo lo ilimitado en el objetivo más cortito que puedas imaginar. Todo parece redondo y se va y se vuelve, a través del tiempo y del espacio, giran las paralelas, giran los infinitos y vuelven a ti llenos de las experiencias vividas, de los paisajes visitados a lo largo del recorrido hacia la nada para luego volver a ti.… Leer la reseña completa del libro "Historia de las abejas, de Maja Lunde" “Historia de las abejas, de Maja Lunde”

El camino de los Madigan, de Anne Enright

El camino de los Madigan

Pequeñas cosas, cosas sin repentina importancia, escondidas a la primera impresión entre miradas descuidadas y ojos que parecen obviarlas. Pequeñas cosas, atadas a la delicadeza con la que aferras una pluma mientras cae, a un abrazo mientras lloras. Todas esos mínimos detalles que hacen que un zapato en el suelo tenga valor por ser recuerdo de cómo lo hacía alguien en el pasado; que hacen que una caricia sea querida porque se parece a la de la mano de ese alguien casi olvidado; o que tenga sentido una mirada amistosa, u odiosa, presentida antes de que ocurra. La vida se compone de un suceder de pequeñas cosas; son las que conforman tu vida, las que hacen que todo tenga significado, las que hacen que el que tenga conciencia de ellas aprecie su sentido profundo, su valor real por debajo de su nimiedad aparente.… Leer la reseña completa del libro "El camino de los Madigan, de Anne Enright" “El camino de los Madigan, de Anne Enright”

El cuaderno de Bento, de John Berger

El cuaderno de Bento

Y si fuera el silencio que debe acompañar a las lecturas de Spinoza lo que desprendiera este libro, sería un silencio arrugado, un silencio doblado por las esquinas, en esas donde se señalan lo que debes releer, a lo que debes estar atento, aquello con lo que o te identificas o te sorprende. La calma que rodea el texto te sorprende. Nada alrededor de la lectura parece tener importancia, solo te centras en el papel, en los símbolos -dibujos y letras- que te impresionan la mente. En ese collage que resulta ser el libro, en el que Baruch Spinoza -Bento-, los dibujos y esa liturgia de señuelos, ideas, murmullos y miradas que siempre recrean los textos de John Berger; todo parece ser creado para ser observado, tanteado, acariciado o pensado; para ser asumido en tu mente, ser argamasa entre las neuronas, sin que ninguna sensación acuciante te recorte la percepción de algo diferente.… Leer la reseña completa del libro "El cuaderno de Bento, de John Berger" “El cuaderno de Bento, de John Berger”

La época de las catedrales (Arte y sociedad, 980-1420), de Georges Duby

La época de las catedrales

Quien piense que la sucesión de acontecimientos de los que se compone la historia, pudiera haber sido provocada por el azar, o por hechos que rompen la lógica del sistema causa-efecto, no tienen más que leer libros como este de Georges Duby para comprender que nada está creado por la casualidad; ver que un comportamiento, una construcción, una razón, una guerra, una decisión real, un acontecimiento dado, siempre tiene una causa última concreta, definida, que, en este ensayo, Duby nos muestra separándola de la multitud de probables y de las erróneas.

Pero más allá de un libro sobre arte, política, religión, sociedad o demografía, es un recorrido por las mentes de las personas que habitaron aquellos tiempos y aquellas tierras (Francia e Italia especialmente).… Leer la reseña completa del libro "La época de las catedrales (Arte y sociedad, 980-1420), de Georges Duby" “La época de las catedrales (Arte y sociedad, 980-1420), de Georges Duby”

Las rosas de piedra, de Julio Llamazares

Las rosas de piedra

Siempre he creído, supongo que por ser costumbre o ser lo tradicional, que los libros de viajes cuentan un recorrido por una zona, una ciudad, una costa o cualquier sitio apartado y admirable; pero este libro no hace exactamente eso, sino que te lleva de visita a unas edificaciones concretas, sin desvío ni lugar a la duda: las Catedrales de España, entendidas, tal como dice en el preámbulo el autor, como el lugar en el que tiene la cátedra el obispo. Este libro, primera parte de un proyecto más grande, recorre, más o menos, la parte norte de España si esta se partiera por dos.… Leer la reseña completa del libro "Las rosas de piedra, de Julio Llamazares" “Las rosas de piedra, de Julio Llamazares”

Manual de inquisidores, de António Lobo Antunes

Manual de inquisidores

En este libro hay voces, un enjambre de voces que crean confesiones -acaso monólogos- para un entrevistador fantasma, que no se ve, que no aparece; acaso eres tú, preguntando por la causa de las cosas, por la razón que motivó que sucediera así. Todas esas voces engendran desde las palabras, desde frases redondas, desde adjetivos recónditos, desde verbos cúbicos; un bosque de huesos que van modelando esqueletos, que van cubriéndose de carne, de venas, manos, brazos, caras y de cabellos, hasta concebir la pequeña multitud de personas que pueblan el libro: gentío o, a veces, chusma, que nace y muere desde la figura de un ministro del dictador portugués Salazar.… Leer la reseña completa del libro "Manual de inquisidores, de António Lobo Antunes" “Manual de inquisidores, de António Lobo Antunes”

El río del olvido, de Julio Llamazares

El río del olvido“No debes volver a un sitio donde fuiste feliz” te aconseja la aturdida experiencia. ¿Y si volvemos? Pues os aseguro que la nostalgia nos presentará batalla e intentará que busquemos recobrar los sonidos, las imágenes, los pequeños fantasmas, las grandes sonrisas, las luces o los olores que allí se quedaron. Pero, si obviamos el atajo normal, hay otra manera de regresar esquivando la añoranza: retornar a esos lugares y volverlos a conocer de otra manera, con gente desconocida, palpando de nuevo sus tierras, auscultando su corazón, reconociendo sus insólitos latidos, entendiéndolos otra vez. “El río del olvido” es la narración de un viaje por las tierras que recorre el río Curueña, allí donde están los senderos y paisajes del pasado, los lugares donde Julio Llamazares vivió durante su infancia.… Leer la reseña completa del libro "El río del olvido, de Julio Llamazares" “El río del olvido, de Julio Llamazares”

Escenas de cine mudo, de Julio Llamazares

Escenas de cine mudo

Los atajos que siempre me llevan al olvido, son cada año que pasa más obvios, más frecuentes y, lo que es peor, más efectivos. No sé si son por pura degeneración, por necesidad o por mera defensa de la mente de la acumulación que tiene de ruidos, imágenes, pasos perdidos, montañas de malos recuerdos o de sonrisas echadas a perder. Sin embargo, aunque parezca contradictorio, lo que he perdido de ese recuerdo retrospectivo, el que quiere evocar un nombre de la punta de la lengua, una ciudad con tres puentes sin apellido, un momento triste o feliz, un paraíso perdido, una palabra alargada por el viento; lo he ganado con la sensación de que cualquiera de los sentidos, en un momento dado, me hace revivir aquel olor, aquella música, aquel sabor, aquella suavidad que no volveré a sentir o, como en “Escenas de cine mudo”, la visión de fotografías que no solo me extraen unas caras o unos paisajes del pozo del cerebro, sino que se alían con el olfato, el tacto, el gusto o el oído para que de ese papel, aparezcan claras las sensaciones que llegué a tener aquél día, en aquel momento en las que me las sacaron: ahora tengo colgada enfrente mío una foto ya antigua en la que siento todavía el frío de aquella tarde de otoño mientras nos cubría el humo y el fuerte olor a tabaco negro y la cámara fallaba porque, en aquel bar en el que sonaba “Fool’s overture” de Supertramp, la luz parpadeaba a punto de fundirse; y todos nos mirábamos, tan jóvenes que pensábamos que éramos eternos.… Leer la reseña completa del libro "Escenas de cine mudo, de Julio Llamazares" “Escenas de cine mudo, de Julio Llamazares”