Manuel, Manolo (no sé si alguien te llama Manolo, Lolo quizá, algún antiguo amigo del colegio al que encuentras por Barbastro, alguien a quien retiraste la palabra hace tiempo pero que todavía te saluda por la calle), Manolo, querido, el día que escribas una autobiografía, una de verdad, a calzón quitado, quizá nos encontremos ante uno de los momentos más gloriosos de la literatura española del siglo XXI. Dicen que la autoficción está llegando a sus últimas horas, que estirará la pata en el próximo lustro, década quizá. Ven y clava el último clavo de su tumba, Manolo, que será un clavo de oro de cien quilates, si es que eso es posible.… Leer la reseña completa del libro "Lou Reed era español, de Manuel Vilas" “Lou Reed era español, de Manuel Vilas”
A diferencia de otros países, algunos de ellos cercanos (Reino Unido), España nunca ha sido un buen mercado para los libros de deporte en general, ni para las biografías de deportistas en particular. Tradicionalmente han sido pocos los libros de este tipo que han vendido grandes cifras, y además hemos perdido para nuestra lengua auténticos clásicos en la materia, que nunca vieron la luz en español.
Ese paradigma parece estar cambiando de la mano de algunas editoriales tradicionales (Planeta, Roca) y de otras, independientes, que están apostando de manera obstinada por el combo literatura y deporte. JC, siempre en la brecha con el baloncesto, Libros del K.O.,… Leer la reseña completa del libro "Pistol: la increíble historia de Pete Maravich, de Mark Kriegel" “Pistol: la increíble historia de Pete Maravich, de Mark Kriegel”
Simon Limbres tiene un accidente de tráfico. Muy grave. Se lleva la peor parte en un choque frontal cuando vuelve de hacer surf con unos amigos y queda en estado crítico. Este hecho, tan común como trágico, es el desencadenante de todo lo que ocurre en Reparar a los vivos, la excelente novela que lanzó a Maylis de Kerangal más allá de las fronteras francesas y que ahora incluye Anagrama en su catálogo de Compactos.
Reparar a los vivos explora con éxito la última frontera de la vida, la que la separa de la muerte. La vida que se tambalea encima de la cuerda del funambulista, a punto de caer al abismo, y las muertes de aquellos que la contemplan sin poder hacer nada, por muy unidos que estén a aquel que se la está jugando en el alambre.… Leer la reseña completa del libro "Reparar a los vivos, de Maylis de Kerangal" “Reparar a los vivos, de Maylis de Kerangal”
Me he mudado una decena de veces en la vida. En muchas ocasiones, curiosamente, a sitios más pequeños cada vez, como si encogiera mi existencia. Nunca he querido arrastrar demasiadas cosas en las mudanzas, y siempre he aprovechado para regalar un buen puñado de libros, cuyas pesadas cajas odiaba cada vez que había que trasladarlas.
Al tiempo que he ido perdiendo de vista todos aquellos libros manumisos, he ido creando también una categoría de libros intocables. Esos ni siquiera los embalo, procuro llevarlos de la mano o colgados del hombro en alguna bolsa de tela, siempre distinta de mudanza a mudanza.… Leer la reseña completa del libro "La guerra de los mundos (II), de H.G. Wells" “La guerra de los mundos (II), de H.G. Wells”
Los abismos es uno de esos libros de los que es difícil hablar sin traicionar al lector que todavía no se ha enfrentado a él. Se puede describir su trama, claro, pero si no se quieren estropear las primeras páginas es mejor hacerlo de una manera general, opaca: Los abismos se construye alrededor del relato que tres mujeres de la misma familia, de tres generaciones distintas, hacen de su vida. Sus historias, como es natural, se entrelazan. Son madres, hijas, abuelas y nietas entre sí. Pero ante todo son mujeres, y como mujeres les toca descubrir el mundo, a cada cual en su época, con sus posibilidades y limitaciones.… Leer la reseña completa del libro "Los abismos, de Iban Petit" “Los abismos, de Iban Petit”
El universo entero se puede construir y explicar mediante círculos concéntricos, que se ordenan alrededor de unidades familiares pequeñas en entornos reducidos. Quizá podría ser esa uno de los mensajes de Selva Almada en El desapego es una manera de querernos. Todo es susceptible de ocurrir en un pueblo argentino, en un medio rural desamparado y poco importante a ojos del resto. La vida, la muerte, el amor, las traiciones más bajas y los lazos más fuertes se pueden encontrar en las vastas extensiones que describe la autora, perdidas en la Argentina profunda, tan inabarcable, tan poco nombrada y sin embargo tan viva y tan pulsátil.… Leer la reseña completa del libro "El desapego es una manera de querernos, de Selva Almada" “El desapego es una manera de querernos, de Selva Almada”
Piscinas vacías ha aterrizado en mi mesa durante el fin de semana más lluvioso en Madrid en meses, después de la semana más encapotada, mientras escuchaba en bucle Carrie & Lowell de Sufjan Stevens, un disco que se mueve entre susurros más que entre acordes. Vaya eso por delante, porque siempre he sido de los que piensan que el ambiente influye en las lecturas. Y así la lluvia, las canciones melancólicas y los ruidos de cañerías viejas han ido empapando la lectura del primer volumen de esta barcelonesa (o eso dice su biografía) y al llegar el domingo y el final del libro no he podido evitar un pequeño escalofrío y cierta desazón que sé que me acompañará durante un tiempo.… Leer la reseña completa del libro "Piscinas vacías, de Laura Ferrero" “Piscinas vacías, de Laura Ferrero”
A finales de 2015, el editor sueco de Chimamanda Ngozi Adichie, junto con varias asociaciones como el Sweden’s Women Lobby, decidió distribuir copias gratuitas de Todos deberíamos ser feministas a los adolescentes del país. La iniciativa saltó a las páginas del diario The Guardian y en cuestión de horas el libro estaba siendo comentado en medio mundo. El hecho suscitó, cómo no, muchas adhesiones y algunas críticas, pero en todo caso consiguió una difusión de esta obra como no hubiera podido conseguir la mejor campaña de promoción.
El texto en sí, para ser estrictos, no es un libro, o no se gestó como tal.… Leer la reseña completa del libro "Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie" “Todos deberíamos ser feministas, de Chimamanda Ngozi Adichie”
En un momento determinado de 14. La autobiografía, Johan Cruyff escribe que no cree que los futbolistas sean tontos, al contrario de lo que muchos piensan. Una de las cosas que quedan claras con este libro, que se publica medio año después de su muerte, es que él, al menos, no parece que lo fuera. Eso y que no tenía pelos en la lengua.
No sé si el eterno 14 de la selección holandesa tenía pensada esta autobiografía antes de que le diagnosticaran el cáncer de pulmón que acabó con su vida. Pero sí está claro que la escribe o al menos la termina durante esos meses, que van de octubre de 2015 a marzo de 2016, y por ello durante todo el relato la impresión general que tiene el lector es la de estar asistiendo a un resumen vital, al lento descenso del telón de una gran obra por parte del tramoyista.… Leer la reseña completa del libro "14. La autobiografía, de Johan Cruyff" “14. La autobiografía, de Johan Cruyff”
sin puntos, es lo primero que aprendes de la novela, que está compuesta por una sola frase, casi quinientas páginas de corrido, sin un punto, seguido o aparte, y claro, te llama la atención: Zona, se titula, lo firma Mathias Énard; lo coges con curiosidad porque no te lo terminas de creer pero vas pasando las páginas y sí, hay separación de capítulos y muchas comas y algunos punto y coma pero sigues sin ver ningún punto: un coñazo, piensas, y te acuerdas de Cristo versus Arizona, y de lo que te costó leerla en la adolescencia; es verdad que al principio esta también se hace dura, pero poco a poco entras en Zona y vas cogiendo la velocidad y el ritmo de la novela, no es fácil pero te enamoras un poco de Marianne, te fascinas con el paisaje, te horrorizas con la guerra de los Balcanes y te das cuenta de que el texto no es solamente un experimento formal vacío y sin sentido, que tiene dentro varias buenas novelas, una de espías, una historia del crimen en Europa, una historia de amor; Francis Mirkovic, el protagonista, en cuya cabeza discurre todo, viaja sentado en un tren con destino al Vaticano, un tren actual pero lento, que tarda varias horas en llegar a su estación final: ha perdido un vuelo, o no lo ha querido coger, lo único que le queda es ese tren nocturno que ha de tomar para entregar en la meta un maletín que contiene importantes documentos sobre crímenes de guerra en “la Zona”; durante esas horas recuerda su propia historia, nada limpia, y la va intercalando con un recuento desordenado de hechos violentos desde Napoleón hasta nuestros días, en una especie de Ilíada contemporánea, hasta que se cansa de pensar y se pone a leer y entonces, sí, aparecen los únicos puntos de la novela, que no son pausas en la corriente de pensamiento de Mirkovic sino la puntuación que pertenece al libro que está leyendo, porque después vuelve a cabalgar por las montañas de su monólogo interior y recupera la narración huérfana de pausas fuertes y llena de frases decisivas, de puñales literarios: como Celso Castro, te dices de repente, un poco más acusado en Mathias Énard, que tiene calidad de sobra pero en ocasiones se recrea demasiado, en todo caso ya te has venido arriba, uno de esos libros con los que arder o que arrojar al fuego, te animas, aunque si has llegado a ese momento ya no hace falta animarte, habrás pasado por Beirut y los Balcanes, por Mesopotamia y por Trieste, y si has sobrevivido a la falta de oxígeno en tu ritmo lector y a la violencia que destilan los episodios que narra Francis, entonces te dará igual con quién se compare o a qué te recuerde, que ya vas a llegar al final de Zona a toda costa e incluso te va a dar igual qué pase con el maletín cuando lo entregue o cómo amanecerá en el Vaticano cuando se presente allí, simplemente recordarás que te has pasado media noche en vela tragando páginas y cuando te has querido dar cuenta el libro yacía junto a ti y la alarma estaba sonando y eso sí que ha sido, amigo, un punto final de los gordos.… Leer la reseña completa del libro "Zona, de Mathias Enard" “Zona, de Mathias Enard”
La vida es como nos la cuentan, o como la contamos. Son nuestros relatos los que dan forma a los recuerdos. Más allá del bombardeo constante de fotografías, vídeos y realidad virtual, lo que queda, siempre, es el discurso, la explicación que nos dan o que nos damos. Incluso si no se trata de la verdad, si son solamente medias verdades o mentiras completas. La palabra viaja a una velocidad menor que la imagen, y, sin embargo, cuando llega a la casa de nuestra memoria, ocupa inevitablemente la habitación más grande.
De esto habla A contraluz, una interesante obra de Rachel Cusk que publica Asteroide con una buena traducción de Marta Alcaraz (o eso me ha parecido).… Leer la reseña completa del libro "A contraluz, de Rachel Cusk" “A contraluz, de Rachel Cusk”
Bienvenidos a Lima, mediados de los noventa. Una ciudad difícil, turbulenta. Bienvenidos a la vida de un periodista cultural que roza la cuarentena, recién separado, sin rumbo, y que navega ocioso por la ciudad despojado de sus páginas. Claro, son los días que suceden a la muerte de Lady Di, a la de Teresa de Calcuta, los meses de secuestro de la embajada de Japón en Perú, no caben en las noticias las exposiciones de pintura ni las entrevistas con escritores.
En este caldo de cultivo, ¿qué es lo último que esperarían que surgiera? Seguramente muchas cosas, pero ninguna sería ¡Kawaii!… Leer la reseña completa del libro "Kimokawaii, de Enrique Planas" “Kimokawaii, de Enrique Planas”