Literatura

Reseña del libro “Literatura”, de Daniel Remón

Literatura


No, no, no y no. No es tan fácil, Daniel Remón, pergeñar un cuento con las once palabras que a tu sobrino, esa bolita con fiebre que piensa y pide cuentos, se le ocurran como si fueras un  Moncho Borrajo pero en papel. Borrajo hacía un número parecido, pidiendo a gente del público que le soltaran a bocajarro las palabras que se les ocurriera para él, acto seguido, combinarlas bien combinadas en una canción improvisada con sentido y con sus rimas y todo. Quedaba todo muy bien hilado, ya lo creo. Exactamente como has hecho tú. 

Yo no tengo una foto de un cuadro de Antonio López que me inspire, pero sí un Funko de Poe (que sí, que ya lo sé, que no tiene nada que ver con tu libro ni en temática ni en estilo) y un dibujo de Frank Cho de Medusa en tetas (que tiene menos aún que ver, pero rima con musa) que hará las veces, y que me va a ayudar a demostrar la dificultad de la tarea intentando meter estas once palabras en la reseña de tu libro: BROWNIE, CUARENTENA, CENTAURO, TELENOVELA, FAMILIA, CACA, VICEVERSA, FESTIVAL, NOSTALGIA, BRILLANTÉRRIMA y ESCRITOR.

Literatura se anuncia en la faja (odiosas fajas) promocional como un cruce genial entre La princesa prometida y Ordesa. Del primero no he leído el libro, he visto la película y me parece sobrevalorada, sobre todo por el peso que la NOSTALGIA ochentera le ha hecho ganar. Ordesa lo empecé y lo dejé. Así que de esa primera frase de la faja, solo puedo decir que sí, que es genial y que aunque no haya leído los libros señalados, entiendo, acepto y confirmo lo que quiere decirse con la comparación.

Me gusta mucho la cercanía con la que se ha escrito. De tú a tú, sabiendo en todo momento que lo que nos cuentas es eso, un cuento y que hay leyes que te saltas pero que son del todo comprensibles y perdonables dentro del universo mágico que se crea para nosotros. Y sobre todo me gusta más que nada los retazos de realidad que se van desmigando entre las aventuras de los personajes de tu cuento, en el que te has desnudado todo lo que has querido. Saber, por ejemplo, que lo que leemos se ha escrito durante la CUARENTENA del año pasado (y en cuarenta días), saber que tu novia te hace un BROWNIE el día de tu cumpleaños, que sueñas con tus padres y abuelos y les dices que quieres escribir un libro en el que salen ellos, el cuadro que pintó tu madre, el cuaderno Enri porque ya no hacen de CENTAURO, las dos carpetas de color azul que flotan en tu portátil, el ruido que hace este al cerrarse, la tienda que solo vende CACA… Esos detalles que hacen que todo sea tan real y tan cercano que sonríes.

También es cierto que el cuento, como admites, te ha quedado un poco TELENOVELA, pero es una telenovela que se lee de un tirón, no es de esas del tipo de Rosaura se ha ido con Mario Alberto a montar a caballo y se han liado y entonces ha aparecido Cordelia Juana y ha montado un pollo en el FESTIVAL benéfico… En Literatura están muy bien engarzados los personajes y sus movimientos e incluso los deus ex machina son bien recibidos y no causan ninguna extrañeza ni incomprensión.
FAMILIA, autobiografía, road movie, ternura, dolor y cuento se unen en una historia doble que pasa de la fantasía a la realidad y VICEVERSA con una naturalidad pasmosa que configura una lectura que atrapa irremediablemente, te deja pegado a sus hojas,  y homenajea también en cierta manera la figura del ESCRITOR.

Y lo mejor de todo es que las palabras empleadas son naturales. No es una novela escrita con un lenguaje infantil ni dirigida a un público cultérrimo. Es apta para todos las edades, provoca emociones, remueve el interior y a pesar de lo rizado del rizo, no resulta para nada artificiosa.
Para ser una primera novela (y espero que sea primera de muchas) ha quedado redonda.

Ah, casi me dejo la última: BRILLANTÉRRIMA.

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