Existir y, en esa existencia, que te atraviese el dolor. Existir y, sin embargo, rozar un poco el desaliento, la muerte de las emociones o todo lo contrario, como si aquellos sentimientos que sentimos por los otros nos atravesaran como una espada que, dispuesta, nos parte en dos. Existir y, en ese ir y venir de respiración y latidos, observar cómo aquello que nos hacía vivir, que creíamos que nos daba la vida nos la quita, arrancándonos la piel a tiras o haciéndolo nosotros mismos, como seres que se autolesionan en un intento desesperado por controlar ese dolor que tanto aflige.… Leer la reseña completa del libro "Y eso fue lo que pasó, de Natalia Ginzburg" “Y eso fue lo que pasó, de Natalia Ginzburg”
Sol de mayo, de Antonio Manzini
Disfruté como cualquiera de la trilogía de Stieg Larsson, de las interminables cuitas doméstico-criminales de las novelas de Camilla Läckberg, de las novelas-protesta de aquel dúo seminal que formaron Maj Sjöwall y Per Wahlöo y, sobre todo, de la mala leche y el espíritu destroyer de mi favorito, el señor de los señores de las letras criminales escandinavas, Leif GW Persson. Dicho esto, todo tiene un límite, hasta el gusto por algo que nos agrada sobremanera; en este caso, por la novela policíaca del norte de Europa. Ya son años desde que llegaron los primeros aires de esa moda, y la saturación de lectores y editoriales no es algo nuevo.… Leer la reseña completa del libro "Sol de mayo, de Antonio Manzini" “Sol de mayo, de Antonio Manzini”