Retrato de una dama, de Henry James
Henry James es un mago del lenguaje escrito como pocos ha habido, hay y, me aventuro a pronosticar, habrá. Es sumamente infrecuente encontrar una escritura tan bella, tan cuidada, tan rica, tan preocupada por el detalle y, a la vez, tan deliberadamente ambigua, de tal forma que suscita tantos interrogantes como respuestas proporciona, y deja abierto a la imaginación y a la adivinanza tanto espacio, que casi la mitad de la historia -o de las conclusiones de la historia y de sus diversas secuencias, situaciones y escenas- es obligatoriamente obra del lector, de cada lector, partiendo de la certeza o de la advertencia forzosa de que ni siquiera después de décadas de estudios, aproximaciones, análisis sincréticos y dialécticos de su obra, de contextualizaciones históricas y biográficas, de interpretaciones de literatura comparada… ni siquiera después de todo eso han logrado los expertos en Henry James alzarse con respuestas definitivas que despejen algunas de las más célebres ambigüedades de su obra; el ejemplo más conocido es La vuelta del torno (u Otra vuelta de tuerca), muestra, toda ella en su íntegra integridad, de las prestidigitaciones semióticas y paradójicas de las que era capaz James.… Leer la reseña completa del libro "Retrato de una dama, de Henry James" “Retrato de una dama, de Henry James”